Hace unos días encontré tres publicaciones relacionadas con los plásticos en nuestro sistema alimentario. Y como siempre, los grandes problemas siguen siendo desechos, contaminación y productos químicos nocivos.
1) Civil Eats ha hecho un excelente trabajo y ha producido un compendio de artículos de lectura obligada. De todos los temas que cubren, uno en particular nos tiene profundamente preocupados: el uso excesivo generalizado del plástico en la alimentación y la agricultura. Desde el mito del reciclaje y los millones de toneladas de plástico en los océanos, hasta la abundancia de "químicos permanentes" y microplásticos que llegan a nuestros alimentos y nuestro suelo, los plásticos están contaminando la cadena alimentaria, contaminando el medio ambiente y convirtiéndonos en enfermo. Y si bien hay formas importantes en que las personas pueden abordar el problema, a menudo se sienten como una gota en el balde en comparación con las formas en que la industria está dando forma a la narrativa, aumentando la cantidad de plástico que se produce y estancando u oponiéndose a la regulación.
Un primer vistazo a la publicación, nos encontramos con el futuro de las compras de comestibles sin plástico:
• ¿El final de la línea para PFAS?
• Lácteos sostenibles: envases, la última frontera
• Investigación emergente sobre microplásticos en el suelo
Un segundo enfoque es una conversación con Peak Plastic Foundation, en la cual se levanta una hoja de ruta para la compra de comestibles sin plástico.
(2) También encontré este aviso de Food Dive: "Coca-Cola, Unilever entre los principales contaminadores de plástico, dice el informe". Este excelente resumen se refiere al Informe # BrandAudit2021 del grupo Liberarse del plástico. El informe señala que este es el cuarto año consecutivo que Coca-Cola es el contaminador de plástico número uno. Estos son los diez primeros del informe.
(3) Ftlatos. En su boletín Technically Food, Larissa Zimberoff habla sobre los productos químicos potencialmente dañinos que se filtran en los alimentos desde los plásticos, en particular los guantes de plástico. El estudio encontró que se encontraron ftalatos (una sustancia química industrial) en muestras de alimentos tomadas de cadenas como McDonald's, Pizza Hut y Chipotle. Estos incluyeron DnBP, que se ha relacionado con un mayor riesgo de asma, y DEHP, que se ha relacionado con un mayor riesgo de problemas reproductivos. Otros problemas: alteración del sistema endocrino (sí, de ahí proviene la diabetes) y trastornos del comportamiento en los niños ... La principal fuente de ftalatos en los alimentos son los omnipresentes guantes de plástico que se usan en la manipulación de alimentos, pero también en los equipos de envasado y procesamiento.
Y un nuevo estudio analiza los ftalatos en la comida rápida. Esto es lo que dice el Washington Post al respecto: Un nuevo estudio publicado recientemente informa que, con demasiada frecuencia, se han encontrado pequeñas cantidades de productos químicos industriales llamados ftalatos que se utilizan para suavizar los plásticos, en muestras de alimentos de puntos de venta populares como McDonald's, Pizza Hut y Chipotle ... El estudio encontró sustancias químicas nocivas en la mayoría de las muestras recolectadas. Los ftalatos están relacionados con problemas de salud, incluida la alteración del sistema endocrino y problemas de fertilidad y reproductivos, así como un mayor riesgo de trastornos del aprendizaje, la atención y el comportamiento en los niños.
Claramente, es hora de asumir esto y proponer regulaciones pronto.
Por eso es recomendable desde el ámbito de la fabricación de alimentos, utilizar materiales biodegradables. Life Blends cambió a PET biodegradable en 2018 y desde entonces hemos logrado incidir positivamente en la reducción de la huella de carbono. El PET biodegradable es fácil de reciclar; no solo tardan menos tiempo en descomponerse cuando se desechan sino que también pueden reciclarse más fácilmente. No son tóxicos, carecen de productos químicos y toxinas. Y al degradarse producen compostaje de buena calidad y mejoran la fertilidad del suelo. Con los plásticos biodegradables, se prevé un futuro más ecológico, en el cual los materiales de empaque pueden descomponerse y liberar solo la cantidad de energía que se utilizó para fabricarlos.