news

UNA ONZA DE PREVENCÍON

Rafael Carles

Pienso que el principal aporte que puedo hacer sobre mi experiencia de varios años como consultor de salud es que la prevención es mucho más razonable y económica que cualquier tratamiento o medicamento. Y lo digo consciente del refrán que reza, “una onza de prevención vale más que una libra de curación”.

Y no solo en términos de costos y gastos, sino también por el dolor y el sufrimiento que causa cualquier intervención o curación hospitalaria. Hay mucho dolor y sufrimiento en nuestra sociedad, y en gran medida innecesarios. No solo para la persona sino también para las familias y amistades. Lo vemos cada día, y por eso tenemos que hacer algo de inmediato.

Tiene mucho más sentido prevenir que decir “bueno, si te enfermas, tenemos a los mejores especialistas del mundo, y si tienes cobertura médica puedes recibir atención”. Vemos a gente sufrir y morir innecesariamente, porque no hemos puesto el énfasis en la prevención de enfermedades ni en la promoción de la salud.

Y necesitamos hacerlo por muchas razones. Veamos por ejemplo el caso de la educación médica. Hoy en día, menos de una cuarta parte de las escuelas médicas del mundo occidental imparten un solo curso sobre nutrición. De las 130 escuelas de medicina acreditadas en los Estados Unidos, solo cuatro tienen un departamento de nutrición. En Panamá, la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional considera la asignatura Nutrición como electiva. Y aunque sabemos por lo que hemos aprendido en las últimas décadas sobre la conexión dieta-salud, la cantidad de educación nutricional enseñada en las escuelas médicas ha disminuido.

Nosotros en Life Blends queremos ser parte del cambio y ver que el poder sanador de los alimentos, la nutrición integral y la alimentación natural se enseñe en las escuelas de medicina. Siento que la mayoría de los médicos ignoran en gran parte la nutrición porque simplemente no han sido formados en ella.

En ese sentido, quisiera motivar a las autoridades universitarias para emprender una campaña y hacer que la Junta Nacional de Pensum Académico, incluyendo a la de los médicos, valore el papel de la nutrición en la prevención y reversión de enfermedades en los exámenes de graduación que los estudiantes de medicina deben tomar para convertirse en médicos idóneos. Creo que cuando los exámenes requieran de un conocimiento sobre nutrición, las escuelas médicas comenzarán a enseñar sobre el tema.

Los estudiantes no son bobos y saben que si en el examen van a preguntar sobre nutrición, ellos se asegurarán de aprender si quieren pasar la prueba. De esa manera enviaríamos un mensaje claro en términos de lo que exigimos a los estudiantes que conozcan. Si la nutrición no es un conocimiento requerido, los estudiantes lo verán como de poca importancia. Pero si lo convertimos en elemento básico de la educación médica y en requisito ineludible para obtener un diploma certificado, tendríamos mejores médicos y una mejor salud pública.

Estoy seguro que la mayoría de los médicos quieren lo mejor para sus pacientes. También estoy seguro que quieren practicar una buena medicina pero muchas veces su cátedra en farmacología pesa más que sus buenas intenciones. Por eso, una de las cosas más importantes que podemos hacer sería premiar a los médicos y demás proveedores de salud por la calidad de los resultados de su intervención y no por la cantidad de medicinas que recetan. Esto sería un gran paso adelante. Y aunque tenemos un largo camino por recorrer, desde ya anuncio que la clave es utilizar los incentivos del mercado y medir la salud por resultados como en cualquier otra área de las ciencias. No tengo la menor duda que aquellos médicos que utilicen la prevención como objetivo serán más exitosos que los que dependan de la curación.