La primera es que Berkeley, California, siempre a la vanguardia en la implementación de políticas de nutrición orientadas a mejorar la salud pública, está prohibiendo la comida chatarra en los mostradores y pasillos ubicados al lado de las cajas registradoras en supermercados y tiendas de conveniencia.
La nueva política requerirá que los establecimientos de más de 250 metros cuadrados almacenen alimentos saludables en la caja registradora y en áreas donde los clientes esperan en fila, en lugar de artículos como papas fritas, refrescos y dulces. Prohíbe los alimentos con 5 gramos de azúcares añadidos y 200 miligramos de sodio, chicles y mentas con azúcares añadidos y bebidas con azúcares añadidos o edulcorantes artificiales.
En Berkeley, la política afectará a tiendas como Safeway, Monterey Market, Whole Foods y Berkeley Bowl. Como resultado de esfuerzos como estos (campañas de salud pública, impuestos a los refrescos y otras iniciativas), el consumo elevado de bebidas azucaradas (más de 500 calorías/día) está disminuyendo heavy consumption of sugary drinks (more than 500 calories/day) is declining.
Según un estudio reciente, el porcentaje de niños que consumen refrescos por valor de más de 500 calorías al día disminuyó del 11% al 3% de 2003 a 2016, y el porcentaje de consumidores pesados adultos disminuyó del 13% al 9%. Esta tendencia va en la dirección correcta.
La segunda buena noticia es que el estado mexicano de Oaxaca se convirtió en el primero en prohibir la venta de comida chatarra a niños menores de 18 años.
Lo mismo hizo el estado de Tabasco.
Una docena de otros estados mexicanos están considerando acciones similares. La razón es clara: las consecuencias para la salud de la obesidad en general y de Covid-19 en particular.
Un tercio de los mexicanos de 6 a 19 años tienen sobrepeso o son obesos, según UNICEF. Es posible que ahora no se vean afectados de manera desproporcionada por COVID-19, pero pueden sufrir innumerables problemas de salud, especialmente en la edad adulta.
Y las nuevas etiquetas de advertencia de México ya están en vigor y serán necesarias para todos los alimentos envasados para fin de año.
México ha podido implementar estas medidas a pesar de la abrumadora oposición de la industria alimentaria.
¿Cómo pasó esto? Sencillo. Agradezcámoslo a la destacada labor de promoción del Instituto Nacional de Salud Pública de México 8 y la coalición de consumidores, Alianza por la Salud Alimentaria.
Y la tercera buena noticia es que Reino Unido prohibirá la publicidad de comidas chatarras.
Según el anuncio en The Guardian, el “Reino Unido prohibirá toda la publicidad de comida chatarra en línea para combatir la obesidad: la propuesta 'líder mundial' deleita a los activistas de la salud y consterna a la industria de la publicidad".
Las reglas más estrictas de lo esperado se produjeron después de que Boris Johnson cambiara su opinión sobre las decisiones de salud personal luego de su infección por coronavirus. Las personas con sobrepeso corren el riesgo de sufrir una enfermedad más grave a causa de Covid o la muerte. La investigación ha encontrado que uno de cada tres niños que terminan la escuela primaria tiene sobrepeso o es obeso, al igual que casi dos tercios de los adultos en Inglaterra. Si se implementa, la prohibición afectaría el marketing digital, desde anuncios en Facebook, hasta resultados de búsqueda de pago en Google, promociones de mensajes de texto y actividad en las redes sociales en Twitter e Instagram.
Esto se refiere a la "Nueva consulta pública del gobierno del Reino Unido sobre la prohibición total de la publicidad en línea de alimentos no saludables". Los detalles de la consulta están aquí. El gobierno quiere comentarios sobre qué tipos de publicidad se restringirán; quién será responsable del cumplimiento; aplicación de las restricciones.
Los planes ahora serán discutidos por representantes de la industria alimentaria, miembros del público y el gobierno durante seis semanas, antes de que se tome una decisión sobre si la prohibición de publicidad se llevará a cabo o no.
Comentario: Apuesto a que esta propuesta consternará a la industria de la publicidad y también a la industria alimentaria. El marketing tiene una enorme influencia en la elección de alimentos, especialmente insidioso porque no reconocemos el marketing como tal. Simplemente se ve como parte buena del sistema y nos afecta a un nivel inconsciente. El marketing dirigido a los niños es especialmente perjudicial, especialmente porque es muy eficaz para alentarlos a demandar comida chatarra. Saludos al gobierno del británico por esta iniciativa.
Y cuándo será aquí en Panamá? Nos toca a cada uno de nosotros hacer lo nuestro y jugar el rol ciudadano de exigir mejor salud para la población.