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Transformando la Alimentación: Un Viaje desde la Indignación hasta el Cambio

Rafael Carles

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Transformando la Alimentación: Un Viaje desde la Indignación hasta el Cambio

Veo que este espacio de preguntas ha suscitado muchos debates durante el casi año y medio que llevo publicándolo. Originalmente surgió como una gran excusa para mirar atrás y darme cuenta de cuánto ha cambiado el tema de la alimentación desde que fundé Life Blends en 2005. Y de verdad pienso que hemos cambiado para mejor en muchos aspectos.

Siempre he señalado que las decisiones que tomamos sobre qué y cuándo comer son personales, pero también políticas. En 1996, cuando llegué a la CLICAC, las sodas eran parte de la canasta básica. Mi reacción a esta idea varió desde “tienes que estar bromeando” hasta la indignación: ¿Cómo se atreve alguien a sugerir que la elección de alimentos podría ser algo personal si las sodas son artículo de primera necesidad?

¡Cómo han cambiado los tiempos! Hoy en día, es bien reconocida la idea de que las empresas de alimentos y sodas influyen en las elecciones alimentarias. También lo es la razón: la necesidad económica de la industria de aumentar las ventas en un mercado de alimentos enormemente competitivo.

Las presiones empresariales crearon el entorno alimentario actual de “comer más”, una realidad en el que los alimentos son omnipresentes, convenientes, baratos y en el que se ha vuelto socialmente aceptable consumir alimentos y sodas con frecuencia, en cualquier lugar y en cantidades muy grandes. En este tipo de entorno de marketing, la responsabilidad personal no tiene ninguna posibilidad. Si el problema es el entorno alimentario de “comer más”, entonces la solución es hacer algo para que la elección de alimentos más saludables sea la elección más fácil.

Y mucha gente está haciendo precisamente eso. En los últimos 10 años, hemos visto el surgimiento de movimientos para promover una alimentación más saludable y crear sistemas más saludables de producción y consumo de alimentos. En cuanto a la producción, sus objetivos son promover una producción de alimentos local, sostenible y más respetuosa con el medio ambiente. Por el lado del consumo, los objetivos son mejorar la alimentación escolar, restringir la comercialización de alimentos a los niños y reducir el consumo de sodas mediante impuestos y límites en el tamaño de las porciones.

Estos movimientos hacen mucho bien y veo señales positivas de cambio en todas partes. Los alimentos saludables están más disponibles que antes. Los seis nuevos mercados municipales en la ciudad capital y los tres más que están en construcción dan muestra de la importancia que tiene la comida en las decisiones políticas. Un gran número de personas están interesadas en las cuestiones alimentarias y quieren implicarse en ellas. Los nuevos diputados han mostrado interés en trabajar por mejorar el acceso a alimentos más saludables para adultos y niños de bajos ingresos. Y el nuevo gobierno ha prometido que va impulsar nuevas leyes para mejorar la salud de la población.

Dondequiera que vaya, veo escuelas que sirven comidas más saludables, más mercados de agricultores, jóvenes que se unen al Movimiento de Alimentación Saludable, más preocupación por la producción de animales de granja y más personas haciendo huertos detrás de su casa. Cuando Life Blends se fundó en 2005, estábamos prácticamente solos. Las universidades no consideraban la alimentación un tema para tomar en serio y no ofrecían cursos relevantes. Hoy en día, prácticamente todos los colegios y universidades utilizan alimentos para enseñar a los estudiantes cómo pensar críticamente (y participar en) los problemas económicos, políticos, sociales y de salud más apremiantes del país. Las cuestiones alimentarias ocupan un lugar destacado en las agendas de gobierno y municipios. Casi es imposible seguir el ritmo de la cantidad de libros, películas y sitios web que cubren temas sobre alimentación y nutrición.

Estos logros también pueden medirse por la intensidad de la reacción de la industria alimentaria. Los gremios comerciales trabajan horas extras para negar su responsabilidad por la obesidad, socavar la credibilidad de la ciencia que vincula sus productos con problemas de salud, atacar a los críticos, luchar contra los impuestos a las sodas, ejercer presión entre bastidores y gastar fortunas para asegurarse de que ninguna entidad, institución o movimiento haga cualquier cosa que pueda impedir las ventas. Simplemente, las empresas de alimentos y embotelladores de sodas han duplicado sus esfuerzos de marketing, con efectos predecibles en el peso corporal y la salud de la población.

A pesar de esta formidable oposición, ahora es un momento emocionante para abogar por una mejor alimentación y nutrición, por la salud de los niños y por una mayor responsabilidad corporativa. A medida que más personas reconocen cómo las empresas alimentarias influyen en las políticas públicas sobre apoyo agrícola, seguridad alimentaria, cabildeo legislativo, meriendas escolares, marketing dirigido a los niños y etiquetado de alimentos, se sienten inspiradas a participar en la acción del movimiento alimentario.

Este próximo año impartiré un curso sobre “defensa alimentaria”. Quiero que los estudiantes y la población aprovechen sus derechos como ciudadanos para trabajar por sistemas alimentarios más saludables y sostenibles. Y aquí es precisamente el cambio más grande y positivo en la política alimentaria de la última década. La gente está participando. Ojala usted también se involucre y participe para beneficio de todos.

Si tiene alguna otra pregunta, no dude en escribir a lifeblends@gmail.com