Hace unos días, luego que el presidente de la República vetara la Ley 75 de 2017 que promueve los estilos y hábitos saludables en los quioscos escolares y produjera situaciones de parte de los industriales y comerciantes afectados por la medida, una periodista me preguntó: ¿cómo haces para mantener la cordura ante tanta insensatez? Bueno, es muy simple, tengo algunos principios que practico: siempre digo la verdad, nunca engaño intencionalmente a nadie sobre lo que estoy viendo y tampoco me censuro solo para intentar encajar con el status quo empresarial. Además, paso mucho tiempo al aire libre, caminando, jugando golf, subiendo y bajando cerros y lomas, viendo la finca, escuchando el cantar de las aves y simplemente contemplando la naturaleza. Y eso es una recarga que renueva el equilibrio emocional de las personas, porque el contacto con la naturaleza es un mecanismo ancestral de encontrar la verdad.
Mientras que el mundo está lleno de engaño, veneno, traiciones, muerte y destrucción, a lo largo de la historia humana ha quedado algo muy claro: la naturaleza es un pacificador por excelencia. Psicológica y energéticamente, no solo en términos de nutrición, sino también en términos energético, es imposible permanecer saludables sin tener acceso a la naturaleza.
Sabemos que es beneficioso salir a respirar aire fresco. En estudios recientes llevados a cabo en poblaciones de diferentes latitudes y épocas del año, se llevó a un grupo de personas al bosque por un cierto tiempo y luego se midieron sus niveles en sangre. Hubo una reducción en las hormonas del estrés y mejoras en otros indicadores de salud, solo por pasar 5, 10, 15, 20 y 30 minutos en el bosque. Y solo caminando.
La entrevista con la entrañable periodista terminó así: si alguna vez tienes un tema candente en el cual es posible que un grupo de personas entren en un desacuerdo con tu opinión y puedan incluso sacarte de casillas, sabiendo que tienes la razón porque tienes la verdad científica y filosófica del asunto, entonces recomiendo caminatas bajo el sol y respirar aire fresco en la montaña. Eso te preparará para las más difíciles de las confrontaciones y te ayudará a manejarte de una forma tranquila y serena.