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Snacks entre Comidas: Cómo Controlar el Impulso y Elegir Mejor

Rafael Carles

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Snacks entre Comidas: Cómo Controlar el Impulso y Elegir Mejor

La pregunta de hoy es muy directa y puntual ¿Cómo manejar la compulsión de comer snacks entre comidas?

Empiezo por documentar que la pandemia nos motivó a consumir más alimentos procesados. Mondelez, el fabricante de Oreos, publicó hace un par de años que las ventas de galletas saladas se dispararon casi un 30% en el primer trimestre de 2020. El New York Times recientemente publicó un artículo sobre predicciones de tendencias alimentarias para 2024 y parece que el aumento de los snacks es una de las tendencias más fuertes que estamos viendo. Y algunas personas les preocupan las repercusiones de un acceso más fácil y frecuente a los snacks.

En ese sentido, Nabisco lanzó el mes pasado una campaña de “snacks bien hechos” para intentar recuperar la confianza de los consumidores. Como parte de su campaña, publicaron un vídeo que describe consejos para comer galletas, dulces y pastillas de forma más consciente. Sus consejos incluyeron: divide tu merienda en porciones, por ejemplo colocando tres galletas en un plato para resistir la tentación de comer más; huele tus galletas antes de comerlas para centrarte en el sabor; haga una pausa y vuelva a colocar la galleta en el plato entre bocados, para controlar su ritmo.

En mi opinión, esta campaña es como pasar de lo ridículo a lo sublime. Por supuesto que estos consejos reflejan un poco de frustración porque estas empresas en realidad nos están tratando de convencer de algo que no tiene remedio, y lo hacen bajo el pretexto de ser socialmente responsables.

Por eso me gustaría pensar un poco en qué hacen los países donde existe realmente una hora para el refrigerio. No como aquí o EU donde la hora del “coffee” o del “break” es todo el día y donde todo está permitido. Por ejemplo, la hora del refrigerio en Japón es siempre a las 3 p.m. La llaman “Oyatsu”, que significa "la merienda de las 3 en punto". No es necesariamente un proverbio o una idea sobre cómo comer un snack, pero sí detrás de la historia de la frase hay una idea más arraigada sobre lo que es comer conscientemente entre comidas.

Es interesante que cada país tiene una historia o tradición sobre meriendas, refrigerios o descansos. Considere, por ejemplo, uno de los orígenes de la merienda occidental: el mundialmente famoso té de la tarde de Inglaterra. En Japón, sin embargo, el “oyatsu” es un refrigerio desarrollado por la clase trabajadora para recargar energías y poder ayudar a tomar mejores decisiones durante el trabajo. De esta manera, no se trata de una actividad sin sentido, sino de elegir comer con un objetivo en mente: un alimento saludable que te acompañará hasta tu próxima comida. O un snack que te ayudará a relajarte y refrescarte un poco en la tarde. Pero nunca para llenar la panza o zacear un antojo.

Entonces, teniendo en cuenta esa realidad y tomando conciencia detrás del instinto de comer galletas o dulces, aquí lo mejor es:
* Elija algo rico en nutrientes, proteínas o fibra, como nueces, chocolate amargo, yogur, tostadas de aguacate o cualquier cosa que lo llene.
* Beba un poco de agua con su refrigerio para asegurarse de no confundir la deshidratación con el hambre.

Para satisfacer tu necesidad de un descanso:
* Elija algo que le guste, satisfaga y proporcione alegría
* Ponte en un ambiente relajante, lejos de la computadora y del teléfono, lejos del escritorio.
* Invita a un amigo o familiar para que te acompañe si puedes, o siéntate junto a una ventana y mira hacia afuera mientras comes.

No es necesario que el tiempo del refrigerio sea de una hora; incluso unos 10 minutos designados para disfrutar de algo ayudarán a relajar y refrescar.

Es importante ser conscientes de nuestras necesidades: al satisfacerlas conscientemente, es menos probable que comamos comida chatarra sin darnos cuenta. Si no somos conscientes de que estamos comiendo para satisfacer el hambre, elegiremos dulces que no nos saciarán y nos mantendrán deseando más. Si no somos conscientes de que estamos comiendo para aliviar el estrés, elegiremos una galleta que no nos proporcione alegría ni relajación, y perpetuaremos el ciclo de comer por estrés.

Así que olvídense de oler galletas y dejarlas encima del plato entre cada bocado. En su lugar, consideren qué necesidad estamos tratando de satisfacer para tomar mejores decisiones sobre qué y cómo comer. Pienso que allí está la clave para un refrigerio más saludable.

Si tiene alguna otra pregunta, no dude en escribir a lifeblends@gmail.com