El desayuno no es la comida más importante del día. Nunca lo ha sido. Ese viejo dicho proviene del cereal de Kellogg en 1917 como parte de una campaña de marketing para vender hojuelas de maíz. Con su éxito, otras empresas alimentarias siguieron su ejemplo y aquí estamos hoy. Los hermanos Kellogg también eran locos religiosos que hicieron que la gente creyera que su cereal detendría la masturbación y te acercaría a Dios. Fue una época extraña en ese entonces que ha tenido repercusiones en la salud de millones de personas.
Piénsalo. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, los supermercados y las tiendas de comestibles no existieron. Tuvimos que cazar y buscar nuestra propia comida. Evolucionamos para poder funcionar sin alimentos durante largos períodos de tiempo. Si tuviéramos que comer todas las mañanas, nos habríamos extinguido hace mucho tiempo. Este patrón de alimentación moderno proviene de la publicidad y la revolución industrial, no de la necesidad.
Las personas más saludables que existen comen solo una comida al día (y nunca por la mañana) o algunas comidas en un período de 8 horas. A esto se le llama ayuno intermitente o alimentación con restricción de tiempo, y así es como se hacían las cosas durante millones de años antes que Kellogg inventara los cereales procesados de maíz.
Cuando se está en ayunas, suceden grandes cosas al cuerpo y al cerebro: los niveles de hormonas se ajustan, las células se reparan a sí mismas y la grasa almacenada se usa como energía. Esta forma de comer es para algo más que tonificar músculos y hacer abdómenes fuertes; es para una mejor salud y una vida más larga. Además de tener un cuerpo esbelto, los estudios muestran una función cognitiva mejorada y un riesgo reducido de enfermedades, incluidos cánceres, diabetes, enfermedades cardíacas, Alzheimer y más.
Como es el caso de muchas personas, en las mañanas simplemente no tengo hambre. Y lo que hago es tomar jugos naturales, tés de hierbas y shots de hojas (wheatgrass) o raíces (jengibre y cúrcuma). Y descubrí hace años que este patrón de alimentación natural es mejor y más fácil para mí. Tengo más energía a lo largo del día, mejora mis entrenamientos, mi cuerpo y mi salud en general están bien, y no he comido desayuno regularmente en más de treinta años.
En resumen, si su salud es importante para usted, haga ejercicio y coma saludablemente. Y no crea todo lo que escucha en las propagandas y en la publicidad sin antes investigarlo usted mismo. Ya verá que no siempre el que come desayuno es el rey.