La salud social es mucho más que un trago
Me escribió un amigo y me comparte que se hizo un examen físico anual en el médico hace unos días. “Fui a un médico nuevo porque no me gustaba el anterior. Y me hizo algunas preguntas rutinarias sobre mis hábitos de vida y surgió el tema del alcohol. Le dije que no bebía mucho y dijo, ¡bien, pero menos es mejor. ¿Qué piensas del alcohol?”
Mi opinión es que, si escuchas que el alcohol es bueno para la salud, probablemente se debe a los aspectos sociales de beber, no a la bebida en sí.
Sin duda, existen beneficios para la salud de tener y mantener una comunidad social fuerte. A menudo escucho lo mismo sobre hacer ejercicio, comer saludable, etc. pero no tanto como deberíamos sobre nuestra salud social. Existe evidencia sólida de que tener una vida social sólida es bueno para la salud, no sólo mental sino también física. De hecho, las personas más felices y saludables no son necesariamente los ricos y famosos, sino aquellos que tienen relaciones de mayor calidad.
Me recordó cuando mi abuela Sixta me decía que no comiera solo porque la comida no sabe igual a cuando comemos acompañado.
Por eso, si estás buscando una manera sencilla de mejorar su salud social, una manera fácil de hacerlo es compartir sus comidas y meriendas con otras personas: ¡conviértalo en una ocasión! Siéntase en una mesa y tómese su tiempo.
Calidad sobre cantidad, y al remodelar nuestra relación con la comida para que no esté dictada por macros o conteo de calorías, sino por la forma en que mejora nuestra sensación de bienestar, podemos encontrar la paz con nuestra salud. Ese debería ser el objetivo de la buena salud, disfrutar de la vida.