Me llegó una pregunta por correo: ¿Cómo una dieta saludable puede ayudar a tratar el trastorno de déficit de atención hiperactiva (TDAH), también conocido como ADHD o attention deficit hyperactivity disorder?

Debido a que no soy médico ni especialista de ningún ramo de la medicina, tuve que pedir ayuda a mis amigos doctores para que "soplaran" la respuesta a esta interesante pregunta. 

Se ha descubierto que la salud intestinal desempeña un papel fundamental en el manejo de los síntomas del TDAH. Las personas con TDAH tienen un perfil de microbiota intestinal alterado: algunas bacterias más abundantes y otras menos.

En los últimos años, nuestra conciencia sobre la importancia de un intestino sano se ha ampliado drásticamente y, al mismo tiempo, ha habido una explosión en el número de personas a las que se les diagnostica TDAH. 

Ahora los científicos están empezando a vincular por primera vez estos dos temas tan comentados. 

Las investigaciones han demostrado que las personas con TDAH suelen tener niveles reducidos de ácidos grasos de cadena corta. Estos ácidos grasos de cadena corta son producidos por bacterias específicas del intestino y son importantes para la salud. El ácido graso de cadena corta, el butirato, por ejemplo, ayuda a prevenir el "intestino permeable" y a combatir la inflamación. Esta puede ser la razón por la que las personas con TDAH suelen tener niveles más altos de inflamación en la sangre, lo que a su vez puede provocar inflamación neurológica o cerebral.

Al mismo tiempo, las personas con TDAH también tienen más probabilidades de tener problemas de salud intestinal como estreñimiento, síndrome del intestino irritable, diarrea y dolor. 

A menudo se hace referencia al intestino como el “segundo cerebro” y los dos sistemas están en constante comunicación, influyéndose mutuamente a través de varias vías conocidas como eje intestino/cerebro. El tracto gastrointestinal alberga miles de millones de bacterias (microbiota intestinal) que influyen en la producción de precursores de neurotransmisores, sustancias químicas que constantemente transportan mensajes desde el intestino al cerebro. Las bacterias buenas afectan positivamente la producción de neurotransmisores, pero la inflamación puede obstaculizar esta producción, lo que provoca cambios en el cerebro, lo que influye en nuestro estado de ánimo y cognición.

Además, las personas con TDAH tienen más probabilidades de sufrir trastornos alimentarios, tener dificultades con el control del azúcar en sangre y tener tasas mucho más altas de trastorno por atracón y obesidad. Cuando están cansados, hambrientos o experimentan una bajada de azúcar en la sangre, o cuando se sienten deprimidos, las personas con TDAH tienen más probabilidades de automedicarse con alimentos.

Las personas con TDAH deben restringir los alimentos ultraprocesados. Un estudio del 2024 demostró que la eliminación de los alimentos ultraprocesados fue eficaz para reducir los síntomas del TDAH en los niños. La comida chatarra es un disparador de los síntomas del TDAH en niños y adolescentes.

Los expertos aconsejan comer una amplia gama de frutas y verduras de colores vibrantes, pero los alimentos azules y morados son especialmente beneficiosos. El color es el resultado de los fitoquímicos que contienen, los cuales han demostrado tener una amplia gama de beneficios para la salud. Un grupo importante de estos químicos son los polifenoles (que incluyen los flavonoides), que son poderosos antioxidantes, moléculas que tienen un efecto protector y sin duda mejorarán el perfil de salud general de las personas con TDAH.

Igualmente, es recomendable consumir colina y omega-3. Los niveles bajos de colina se han asociado con la ansiedad, y la ansiedad es un sello distintivo del TDAH. Los omega-3 son esenciales para la función cerebral y algunas personas con TDAH tienen niveles bajos.

Se recomienda fortalecer los intestinos comiendo alimentos diversos y ricos en nutrientes de alta calidad. Y de vez en cuando suplementarse con multivitaminas y minerales, solamente para no caer en déficit de ningún nutriente.

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