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OJO CON EL AGUA

Rafael Carles

Todos los días, millones de personas beben agua tratada con cloro. El cloro se usa para limpiar, desinfectar y matar gérmenes. Y hace un trabajo maravilloso al eliminar la mayoría de los patógenos del agua que bebemos. Pero su uso tiene un inconveniente: según decenas de informes y estudios, el riesgo de cáncer para las personas que beben agua tratada con cloro es hasta un 93% más alto que para aquellas personas que no tienen cloro.

Cuando el cloro se introdujo por primera vez en el suministro de agua, trajo una reducción rápida en la propagación de enfermedades y otras dolencias transmitidas por el agua. Facilitó a las ciudades y pueblos 
purificar el agua potable y proteger a sus residentes. Ahora, sin embargo, parece que estos avances han tenido un precio. Si bien reconocemos y aplaudimos los beneficios que el cloro nos ha aportado, es hora de que también nos protejamos de los daños de beber cloro, particularmente porque eso resulta bastante fácil de hacer por su salud y la de su familia.

¿Por qué se agrega cloro al agua? 
La idea de agregar cloro a los sistemas públicos de consumo de agua ganó impulso por primera vez a fines del siglo XIX. La gente había luchado durante mucho tiempo contra una variedad de dolencias que se transmitían a través del agua, como cólera, disentería y fiebre tifoidea. Cuando los científicos reconocieron que agregar cloro en pequeñas cantidades al agua potable podía matar bacterias y microbios en el sistema público de agua y ayudar a frenar o incluso detener la propagación de estas enfermedades transmitidas por el agua, la idea de agregar cloro al suministro de agua se popularizó rápidamente.

En 1897, Maidstone, Inglaterra se convirtió en la primera ciudad en tener su suministro de agua completamente tratado con cloro. Poco después, la idea se extendió a los Estados Unidos, encontrando su lugar en los sistemas de agua locales e incluso ganando popularidad 
entre los soldados estadounidenses. En la actualidad, la cloración es el método de tratamiento de agua más común en todo el mundo, especialmente en occidente.

¿Cuáles son los efectos nocivos del cloro para usted y su familia? 
El lado oscuro del agua clorada es cada vez más evidente. Las personas ahora consumen de 300 a 600 veces la cantidad de cloro que es seguro ingerir.

¿Por qué es peligroso el cloro en el agua potable? 
Porque cuando el cloro se mezcla con cantidades mínimas de compuestos orgánicos que se encuentran muy a menudo en el agua, se producen subproductos dañinos, llamados trihalometanos. Estos subproductos producen radicales libres en el cuerpo, que desencadenan daños celulares y son altamente cancerígenos, incluso en pequeñas cantidades.

A medida que los científicos han estudiado los efectos potencialmente peligrosos del cloro, su uso se ha relacionado con una amplia gama de dolencias que incluyen varios cánceres, problemas reproductivos, problemas con el sistema inmunológico y ataques cardíacos.

¿Cómo el cloro destruye tu intestino? 
Los problemas con el cloro provienen de la misma razón por la que es tan útil: su capacidad de matar bacterias. Cuando se introduce cloro en el agua, mata las bacterias patógenas. Pero cuando se introduce en el cuerpo humano, destruye nuestras bacterias intestinales beneficiosas, donde se estima que el 70% de nuestro sistema inmune funciona.

Estudios recientes apuntan cada vez más hacia la importancia de las bacterias intestinales sanas y florecientes. Los científicos han encontrado una conexión entre la falta de estos valiosos microbios en nuestro sistema digestivo y la presencia de una amplia gama de 
enfermedades, que incluyen obesidad, síndrome del intestino irritable, diabetes tipo 2, cáncer colorrectal y ciertas enfermedades autoinmunes, como diabetes y asma, e incluso autismo. Además de estas enfermedades, la mala salud intestinal puede conducir a condiciones tales como gases, hinchazón, diarrea, estreñimiento y dolor abdominal.

¿Cómo puede protegerse usted y su familia? 
El cloro juega un papel importante en la protección del agua contra los patógenos dañinos. Pero cuando no se filtra, también puede dañar su salud. Si desea eliminar el cloro del agua, la solución menos tecnológica es llenar una botella de agua de vidrio con agua del grifo 
y dejarla reposar en el refrigerador abierta al aire durante 24 horas. Durante ese tiempo, el cloro se evaporará. También se puede hervir el agua para eliminar el cloro. Estas dos soluciones eliminarán la mayor parte del cloro en el agua, pero pueden ser inconvenientes y también pueden dejar atrás otros patógenos.

Para la mayoría de las personas, la mejor y más fácil solución es invertir en un filtro de agua de calidad. Para obtener una descripción general de algunos de los pros y los contras de las mejores opciones de filtración y tratamiento del agua en el hogar, recomiendo llamar a los expertos. En lo particular, yo siempre llamo a Irene de H2O Solutions… y siempre resuelve con nuevas ideas y excelente servicio.

Por ejemplo, recientemente instalamos un filtro de agua alcalina en Life Blends para el suministro de agua en los paquetes de détox Créanme, es muy diferente un détox hecho con agua filtrada y alcalina que con agua del grifo o embotellada.

Independientemente de la opción que elija, hay una cosa que está clara: garantizar un suministro constante y asequible de agua segura y deliciosa. Esa es una de las mejores inversiones que puede hacer para 
su salud y la de su familia.