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ENTREVISTA A RAFAEL CARLES EN EL INSTITUTE OF INTEGRATIVE NUTRITION EN NUEVA YORK

Rafael Carles

¿Es posible tener una obsesión enfermiza con la alimentación saludable?
Cada día hay más personas reconsiderando la forma en que comen y en consumir mejores opciones de alimentos. Pero en muchos casos esa preocupación por una alimentación sana se trastorna y llega a un extremo poco saludable.

Tengo un amigo cuyo hijo llegó a estar tan obsesionado con los alimentos que dejó de comer del todo y desarrolló un tipo de "ortorexia nerviosa," un supuesto trastorno alimentario caracterizado por una obsesión enfermiza con la alimentación saludable. Yo creo que eso es un trastorno real y mucha gente ha caído en esto.

Sin embargo, no estoy convencido todavía que la "ortorexia nerviosa" merece su inclusión en el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), pero dejemos eso a los psiquiatras. Mientras tanto una cosa sí es segura: si usted conoce a alguien que manifiesta estos rasgos sintomáticos, debe pedir ayuda y procurar ir a tratarse porque es una situación de mucho cuidado.

¿Qué debiera ser la comida para una sociedad?
No hay nada más íntimo que la comida. Es lo único que nos metemos adentro de nuestros cuerpos y que no nos enferma. Nada podría ser más personal que la elección de alimentos. A menos que la gente coma algo que le haga daño, no se me ocurriría hacer comentarios sobre la comida más allá de procurar consumir alimentos que promueven salud y previenen enfermedades.

Cuando las personas sufren hambre crónica, lo único que quieren es comida y más comida, ¡y en ese momento! Pero vivimos en una época en que la comida es tan abundante y tan accesible que es difícil para muchos que estamos bien, darnos cuenta o recordar lo que se siente cuando una persona pasa hambre. Afortunadamente, para la mayoría de nosotros, la comida ya no es algo que mitiga el hambre porque siempre conseguimos el alimento básico para vivir.

¿Qué importancia debiera tener la comida en nuestra cultura?
Para muchas personas no es ni siquiera un tema de cultura. En nuestro caso, la comida ocupa un espacio importante y se ha convertido cada vez más en algo profundo, así como un credo: Dios, comida, patria y familia. Pienso que para otras personas, la comida es el enemigo porque los engorda, envejece y los convierte en seres lentos e improductivos. La realidad es que si no vencemos a los alimentos, los alimentos terminan venciéndonos a nosotros.

¿Cuál es la mejor dieta?
Actualmente, hay más de cien diferentes dietas en el mundo y varían dependiendo de su variedad, equilibrio y moderación, con lo cual debemos evitar los extremos. Si la grasa saturada aumenta los niveles de colesterol en la sangre, entonces es mejor no comer alimentos que contengan grasas saturadas. Pero es importante saber de antemano que el jarabe de maíz de alta fructosa y el azúcar son peor que el tocino para el colesterol de la sangre, y que es mejor incluir en la dieta alimentos saludables que eliminar del todo los alimentos dañinos.

¿Qué es de cierto que los carbohidratos, grasas trans y aditivos de color son malos cuando se consumen en exceso?
Repito, esto no puede convertirse en extremismo y sería una ilusión pensar que vamos a vivir el resto de la vida sin comer estos alimentos. Están en todos lados y hay que ser cuidadoso con lo que nos metemos a la boca. Por supuesto, conozco de un montón de personas que se sienten mejor cuando no comen comida chatarra y están controlando activamente lo que pasa en sus cuerpos.

Pero si usted es una persona obsesionada por los alimentos saludables, es adulto y sus dietas son bastante variada, equilibrada y moderada, lo más seguro es que usted está haciendo muy bien las cosas y no necesita una mayor intervención. Pero si por el contrario, no lo está haciendo correctamente y piensa que sus obsesiones dietéticas hacen que pierda exceso de peso, puede intentar mirarse en el espejo y decirse "Te amo y te quiero” y vea cómo consigue ayuda profesional.

Porque comer saludablemente debiera ser un placer, algo divertido en la vida, y no un momento de dificultades y obsesiones perjudiciales.