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CONSUMO DE AZÚCAR EN CAÍDA LIBRE

Rafael Carles

azúcar espolvoreada sobre mesa con mensaje escrito "no sugar"

El Servicio de Investigación Económica del USDA tiene las últimas estadísticas sobre la disponibilidad de azúcares en el suministro de alimentos de EEUU.

Disponibilidad significa la cantidad producida más las importaciones menos las exportaciones, por año, per cápita. No es lo mismo que el consumo (es probable que la disponibilidad sea mayor), pero es un indicador preciso de las tendencias. La disponibilidad de azúcares alcanzó su punto máximo alrededor de 1999 y ha ido disminuyendo desde entonces.

  • El aumento se produjo casi en su totalidad en los edulcorantes de maíz: jarabe de maíz con alto contenido de fructosa (JMAF) y similares.
  • El aumento del JMAF se debió a la sustitución de la sacarosa (el azúcar de la remolacha y la caña) en los refrescos a partir de finales de los años setenta. Los refrescos representan cerca de la mitad de los azúcares disponibles.
  • El azúcar de caña y remolacha (sacarosa) disminuyó con la sustitución del JMAF, pero comenzó a aumentar de nuevo a medida que el JMAF adquiría mala reputación.

La disponibilidad total de todos los azúcares es ahora de alrededor de 120 libras por persona por año. ¿Qué significan 120 libras per cápita por año? Cálculo: 120 libras per cápita x 454 gramos por libra dividido por 365 días por año = 149 gramos por día per cápita (aproximadamente 40 cucharaditas). Esto significa alrededor de 600 calorías disponibles de azúcares por día por persona (que, a su vez, se refiere a todos los hombres, mujeres, niños y bebés de ese país). Eso son muchos azúcares.

Las pautas dietéticas actuales dicen que los azúcares no deben exceder el 10% de las calorías diarias. Para dietas de 2000 calorías al día, eso significa no más de 50 gramos de azúcares (un gramo de azúcar = aproximadamente 4 calorías). Por lo tanto, el suministro de alimentos de EEUU proporciona al menos tres veces la cantidad superior de azúcares recomendada.

Prácticamente todo el mundo estaría más sano comiendo menos azúcar, aunque solo sea por el hecho de que aportan calorías pero nutrientes mínimos o nulos. Su falta de valor nutricional se aplica a azúcares de todo tipo, refinados y sin refinar, sin importar su origen: remolacha, caña, miel, sorgo o arces.

La tendencia a la baja va en la dirección correcta.