Explorando los higos en Turquía: Tradición, nutrición y gastronomía
Hace un par de semanas visité Turquía por primera vez. Si hay algo desde la perspectiva gastronómica y alimentaria que observé y agradó es la abundancia de higos que utilizan. Y es de esperar considerando que los higos tienen referencia tanto en la Biblia como en el Corán. Los escritores antiguos utilizaron los higos como metáforas de la salud física y espiritual de la gente, con frases como “cada uno bajo su propia vid y bajo su propia higuera” que describen un tiempo de paz y prosperidad. Se dice que el profeta Mahoma dijo a sus seguidores que comieran el higo “ya que cura diversas enfermedades”.
Las higueras (o Ficus carica) son originarias de la región mediterránea y fueron una de las primeras plantas que se cultivaron. El higo no es una fruta; es una inflorescencia, un racimo de muchas flores y semillas contenidas dentro de un tallo bulboso.
El macronutriente predominante de los higos son los carbohidratos, pero también son ricos en algunas vitaminas y ácidos orgánicos. Al ser alimentos vegetales integrales, también proporcionan fibra dietética importante. Dos higos crudos medianos contienen aproximadamente tres (3) gramos de fibra. Haciendo cálculos y estimaciones, si comieras sólo 8 higos al día y nada más, obtendrías aproximadamente la mitad de fibra per cápita de la que consume en promedio en Panamá por día.
Los higos también son una buena fuente de muchos fitonutrientes bioactivos, incluidos flavonoides, ácidos fenólicos, carotenoides y tocoferoles.
Existen más de 750 variedades diferentes de higo. Cuando se visita el Mercado de Especias en Estambul se pueden apreciar una gran cantidad de tipos de higos, cada uno con su textura, color y sabor particulares para usos en platos que van desde postres dulces exquisitos hasta platos más salados de gourmet.
Es oportuno señalar que existen diferencias entre los higos y los dátiles. Son dos alimentos muy diferentes que a veces la gente confunde. Si bien los higos se originaron en la región mediterránea, los dátiles son nativos de varios lugares geográficos, incluida América del Norte. Los higos crecen en los árboles, mientras que los dátiles son frutos de las palmeras, que técnicamente son pastos y no árboles. Además, los higos crecen en las ramas de las higueras, mientras que los dátiles crecen en racimos sobre ramificaciones del tronco principal de la palmera. Los dátiles contienen un solo hueso, mientras que los higos tienen muchas semillas pequeñas comestibles.
Cuando se trata de comer frutas, también son bastante diferentes. Los higos tienen tres veces más agua que los dátiles, lo que también los hace mucho más bajos en calorías (aproximadamente cuatro veces menos, si los cuentas). Por tanto, los dátiles son una fuente mucho más concentrada de carbohidratos, principalmente en forma de azúcares simples. Los dátiles también son fuentes más ricas en algunos minerales, como calcio y potasio. También son fuentes sólidas de potasio, calcio, sodio, magnesio y fósforo. Además, los higos aportan oligoelementos esenciales, como hierro, manganeso, zinc y cobre.
La mayoría de las personas tienden a pelar los higos, con lo cual se pierde una importante cantidad de nutrientes; las mayores concentraciones de fitonutrientes se encuentran en la piel. Y las variedades de higos más oscuros contienen más polifenoles y poder antioxidante que las más claras. Los higos también pierden algunos fitonutrientes cuando se secan. Los estudios muestran una pérdida entre el 30% y 80% del contenido de polifenoles cuando se secan los higos.
En las regiones de Medio Oriente y el Mediterráneo, los higos han sido venerados durante mucho tiempo por sus contribuciones a la salud y la longevidad humanas. Los frutos, las hojas, el látex, la corteza y las raíces de las higueras se han utilizado para tratar trastornos gastrointestinales, respiratorios, inflamatorios y cardiovasculares, así como enfermedades ulcerativas y cánceres. Las distintas partes de la higuera poseen una amplia variedad de propiedades; pueden ayudarlo a defecar, relajar los espasmos musculares, combatir virus y bacterias, reducir el nivel alto de azúcar en la sangre e incluso ayudar a su cuerpo a expulsar los parásitos.
Y la investigación científica moderna no ha hecho más que aumentar nuestra comprensión del poder de los higos para promover la salud.
Como ves, los higos son bastante únicos. Por razones de espacio en las maletas, no pude traerme todos los higos que me hubiera gustado. Tal vez es una buena razón para regresar algún día pero también una buena oportunidad para entender el vasto universo de posibilidades gastronómicas y nutricionales que existen en el mundo.
