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Centrándose en las cosas equivocadas

Rafael Carles

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Fui a un restaurante italiano esta semana. Algo que me encanta de comer en ese restaurante es poder hablar con el chef y aprender más sobre la comida de la persona que la prepara. Si quieren impresionar a alguien, vayan a Rino’s y pidan siempre que los atienda el mismo Rino.

Si bien no podemos pasar horas charlando, bebiendo y hablando cada vez que comemos, poder reducir la velocidad, apreciar y saborear una experiencia culinaria es una de mis cosas favoritas para conectarme con la comida.

Porque sí, apreciar y disfrutar de experiencias especiales con la comida es una parte importante de nuestra salud y de cómo podemos mantener la paz y el equilibrio en nuestro estilo de vida. Esta confianza y seguridad en torno a los alimentos es lo que nos permite hacer cambios saludables sostenibles y a largo plazo que elevan la calidad de nuestra salud y vida. No es una sola verdura, fruta, superalimento, dieta, régimen alimenticio o número en una balanza.

Si buscan estar menos estresados con la comida y estar más tranquilos y a gusto con lo que ponen en sus bocas, el menor consejo que puedo darles es centrarse en las cosas correctas cuando se trata de comida.

Nuestra salud es un tema complicado. Es profundamente personal, pero a menudo exteriormente visible. Influye en todos los aspectos de nuestra vida: nuestro trabajo, nuestra familia, nuestra vida social, nuestros intereses y nuestra felicidad. Es natural pasar mucho tiempo pensando en ello.

Cuando algo es tan integral para nuestra calidad de vida, existe una tendencia humana a querer optimizarlo. Tratamos de hacer esto con muchas cosas en nuestra vida, como nuestras finanzas, nuestra educación, nuestro tiempo, ya que a menudo queremos hacer lo máximo con lo mínimo. Y lo que no está optimizado a menudo lo descartamos rápidamente.

Si bien optimizar nuestra salud parece un esfuerzo razonable, esta perspectiva a menudo conduce a prioridades equivocadas cuando se trata de alimentos. Por ejemplo, cosas en las que ya no me concentro cuando se trata de comida:
• Contar calorías
• Contar grupos de alimentos
• Eliminar ciertos tipos de alimentos
• Tratar de cronometrar mis comidas a ciertas horas.
• Comer mucho de ciertos tipos de “superfoods”
• Comer poco y restrictivo, que cuando me paro de la mesa tengo hambre

Cuando nos enfocamos en estas cosas, por lo general estamos más pensando en pérdida de peso, construcción de músculos, tonificación corporal, etc., pero tenemos que hacer una pausa y pensar si esa es la actitud correcta: ¿es esta la vida que quiero?

Centrarse en las cosas equivocadas cuando se trata de una alimentación saludable a menudo puede hacer que nos sintamos desconectados de la comida y del placer de comer con atención plena. Nos estresamos por la presencia de alimentos y, a menudo, sentimos una pérdida de control sobre nuestro cuerpo y, en consecuencia, sobre nuestra vida.

Pero nuestra salud no tiene por qué estresarnos. Cuando pensamos en una profesión a seguir, pensamos más allá del salario detrás del trabajo: pensamos en el equilibrio entre el trabajo y la vida, nuestros valores, lo que es importante para nosotros y lo que estamos dispuestos a comprometer. Nuestro trabajo nunca es divertido las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pero hay trabajos que son mejores para nosotros que otros. No pensamos solo en números y ciencia, sino en los elementos que nos hacen personas.

Debemos dar a nuestra salud la misma consideración.

Deberíamos dedicar algún tiempo a comprender el tipo de estilo de vida que nos ayuda a vivir nuestra mejor vida, no solo seguir ciertos hábitos de salud para optimizar la quema de grasa, la construcción de músculos, aumentar el metabolismo, etc. sino el papel que jugarán nuestros hábitos de salud en nuestra vida.

Cosas en las que quiero ahora se concentren cuando se trata de comida:
• ¿Cuáles son mis valores y qué tipo de papel juega la comida en vivir esos valores?
• ¿Cómo quiero sentirme con la comida?
• ¿Cómo me quiero sentir después de comer?
• ¿Con quién quiero comer?
• ¿Qué quiero comer y dónde quiero comerlo?
• ¿Cuánto tiempo quiero pasar pensando en la comida?

Piensen en cómo sería nuestra relación con la comida en una vida ideal. Trabajen hacia atrás desde donde quieren estar, desde donde están ahora, y traten de trazar cuál podría ser sus próximos pasos.

Si la familia es parte de sus valores, quizás intenten organizar cenas familiares en casa en lugar de ir al gimnasio y comer solo más tarde. Si quieren sentirse satisfechos después de comer, quizás decidan que no se centrarán tanto en las calorías sino más en la saciedad.

No es necesario optar por la optimización, solo un empujón más cerca del tipo de vida que desean llevar.

Rafael Carles