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Azúcar en la Población Escolar

Rafael Carles

IG-7

Azúcar en la Población Escolar

Mi columna de hoy es sobre el asombroso consumo de azúcar en la población escolar. Una madre de familia me escribió recientemente para comentar que en la escuela de su hija habitualmente ofrecen cereales confitados, leche saborizada, tartas pop, galletas para el desayuno, jugos azucarados de frutas... y eso solamente en el desayuno. Nos pregunta por qué no hay normas para regular el consumo de azúcar en los kioscos escolares, especialmente cuando la obesidad y la diabetes son preocupaciones importantes.

Como lo he sostenido anteriormente, lo que ocurre dentro de una escuela es porque está autorizado y permitido por el ministro del ramo, el director de la escuela o el profesor encargado del kiosquito. Eso para el otro lado para permitir que a los predios de las escuelas entre todo tipo de basura.

Si recuerdan el documental “La revolución alimentaria de Jamie Oliver”, la lucha para sacar los alimentos azucarados de las escuelas fue titánica. La cantidad de burundangas y chatarra en los comedores y kioscos escolares era increíble, y eso sin contar lo que los niños obtenían en sus propios refrigerios, piñatas y dulces de cumpleaños.

Actualmente existe la Ley 75 del 2017 y el Decreto 049 de 2018 que establece estándares para la oferta de comida permitida en kioscos y comedores escolares. Que no se cumpla, de nuevo es pura politiquería. Nadie quiere enfrentarse a los cabilderos de la industria de los alimentos y del azúcar.

Por tanto, los padres de familia deben hacer lo propio y jugar su rol exigiendo que en la escuela de sus hijos se respeten las leyes y normas de salud. Las pautas dietéticas son la base de la política de nutrición y recomiendan límites a los azúcares. La famosa pirámide alimentaria sugiere que los niños consuman más frutas y vegetales. Desde hace años se promovió una campaña de “5 al día” para asegurar por lo menos cinco servidas de frutas o vegetales diariamente. Pero eso no se está practicando en nuestras escuelas. He visto muchas escuelas donde los niños comen todo excepto frutas o vegetales. En la medida en que estos alimentos sean incorporados al menú escolar, de alguna manera los niños comerán alimentos más saludables. Eso fue lo que Oliver demostró en su documental: "sírvanselas y los niños se las comerán."

En cuanto a la legislación, la Ley 75 y el Decreto 049 requieren una reglamentación más rigurosa, con mayor capacidad sancionatoria para que las empresas embotelladoras que sean sorprendidas vendiendo sodas y chatarras puedan ser encausadas penalmente por atentar contra la salud pública. Esperemos que esto facilite que las escuelas ayuden a los niños a reducir el consumo de azúcar.

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