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Ayuno intermitente

Rafael Carles

 

El ayuno intermitente ha sido mi modalidad de alimentación durante la cuarentena.

Muchas personas a través de la historia han utilizado este patrón de alimentación y que ahora ha adquirido vigencia por sus múltiples beneficios para la salud. Lamentablemente, la ola mediática y la popularidad lo han sometido al mismo escrutinio de las demás dietas y modas, pero el ayuno intermitente no es ninguna moda ni tampoco una dieta. Es un patrón diario de alimentación en el que hay un período de ayuno más largo antes de comer. El período de ayuno puede durar entre 12 y 16 horas. Yo estoy aplicando un ayuno de 16 horas, es decir, durante 16 horas estoy ayunando y como todas mis comidas dentro de un período de ocho horas (16/8). Yo comienzo a comer al mediodía y termino mi última comida antes de las 8:00 pm. Otros comienzan a comer con el desayuno y completan su última comida del día antes de las 3:00 pm.

Existen tres argumentos para el ayuno intermitente. Primero, el ayuno desencadena un mecanismo que hace que nuestras células utilicen los desechos almacenados y los materiales celulares, facilitando un mecanismo conocido como limpieza espontánea, realmente es la forma natural que el propio cuerpo realiza su desintoxicación. En segundo lugar, una ventana de alimentación más pequeña significa menos horas para secretar insulina y, dado que la insulina es una hormona de almacenamiento de grasa, esto permitirá que su cuerpo use la grasa como fuente de combustible, convirtiéndose en una máquina para quemar grasa. Y tercero es que al tener una ventana de alimentación más pequeña, tengo menos oportunidades para agregar calorías adicionales a su ingesta diaria.

Técnicamente, uno puede comer cualquier alimento saludable durante ese período de 8 horas. ¡Cualquiera! Pero durante las horas de ayuno, las opciones son bien limitadas: agua, te de hieerbas, jugos naturales, elixir concentrados (shots), frutas y vegetales picados. No se permiten meriendas, bebidas energéticas, bebidas proteicas, bebidas deportivas, chicles ni pastillas. Tampoco nada que tenga edulcorantes artificiales ni comidas procesadas.

Sin dudas, el ayuno ocupa un lugar preponderante en la industria de la salud y del bienestar. Se ha demostrado que el ayuno intermitente y el ayuno en general aumentan la salud del cerebro y reducen los signos de envejecimiento. Un buen programa de ayuno intermitente debe ser lo suficientemente estructurado y equilibrado como para no escasear en ingredientes esenciales como proteína y grasas. Igualmente, las comidas deben ser nutritivas para promover y fomentar nuevos hábitos saludables.

Por ahora les comento que si la cuarentena se suspendiera mañana mismo, tendría gratos recuerdos del reencuentro que tuve con mi casa y de la cercanía que viví con mi esposa. Pero si hay algo que puedo compartirles y puede servirles para promover su salud es sobre mi experiencia con la cocina y mi afán de vivir un día de 24 horas con pleno ayuno intermitentes de 16/8. Pruebe y se dará cuenta que si eso es lo que nos dejó el virus, entonces valió la pena.