Con el lanzamiento de los nuevos envases PET ECO de Life Blends en un par de semanas y con el anuncio relevante que son 100% biodegradables y reciclables, hemos originado una tendencia en las redes de muchos seguidores que quieren averiguar más sobre la misma naturaleza del nuevo envase y sobre lo que contienen para poder sustentar estas aseveraciones.
Como ocurre cada vez que la tecnología supera el alcance de los sentidos y además se adelanta a las expectativas de nuestros requerimientos, Life Blends introducirá en Panamá por primera vez los envases PET ECO que contienen enzimas naturales que facilitan la conversión del polímero (polietileno tereftalato) en microorganismos y elementos comunes del ambiente (tierra, aire y agua), y al mismo tiempo conserva la integridad, resistencia, claridad y reciclabilidad del envase.
De esa manera, los nuevos envases de Life Blends no solo contribuirán a la sostenibilidad del planeta, sino que ahora presentan una alternativa de biodegradación secundaria si la botella no se recicla. Hasta ahora éste el enfoque más novedoso y más responsable que existe en el mundo en materia de gestión de manejo de residuos plásticos.
Se estima que anualmente se producen más de 400 millones de toneladas de plásticos en todo el mundo y 90% de estos son derivados del petróleo. Una parte considerable de estos plásticos se utiliza para el envasado de alimentos pero menos del 20% se recoge para reciclar. La mayoría de los plásticos se degradan extremadamente lento, entre 500 y 800 años, constituyendo un peligro ambiental importante, especialmente en los océanos donde los microplásticos son un motivo de gran preocupación.
La solución para este problema es precisamente la que Life Blends está aplicando, de utilizar plásticos biodegradables que ayudan a deshacerse de unos de los problemas ambientales más serios de los últimos 50 años. Tal vez no podamos hacer mucho con respecto a los plásticos que ya están dispersos en el medio ambiente, pero definitivamente con esta nueva tecnología Life Blends está abordando el problema con responsabilidad al introducir un envase 100% biodegradable que puede descomponerse completamente en un vertedero municipal en un tiempo de 3 a 5 años.