Política Alimentaria

Mi columna hoy trata sobre cómo usted, como individuo, puede influir en la política alimentaria. Sé que usted es un votante racional y que los temas de alimentación son importantes para la población. Pero la pregunta es: de qué maneras podemos nosotros, como consumidores, actuar o influir para cambiar nuestro sistema alimentario?

La única forma es votando por los candidatos que de verdad entienden cómo cambiar nuestro sistema alimentario.

En inglés existe una expresión "vote with your fork" (votar con el tenedor), que significa comprar y comer según lo que uno cree que es correcto, al menos en la medida de sus posibilidades. Cuando votas de esta manera, apoyas a los agricultores, procesadores, minoristas y chefs de restaurantes que están trabajando para crear un sistema alimentario que sea más saludable para todos: para el público, los productores agrícolas, los animales y el planeta. Y haciendo eso das el ejemplo: ayudas a que sea socialmente aceptable preocuparse por los problemas alimentarios y facilita que otros compren en mercados de productores, cultiven alimentos en casa, dejen de comprar comida chatarra y enseñen a los niños a cocinar.

Parte de asumir la responsabilidad personal por la elección de alimentos también significa asumir la responsabilidad social. Cuando actúas, facilitas que todos los demás hagan lo que tú haces. Y sí, una persona hace la diferencia.

Mi ejemplo favorito es el trabajo que realizó mi sobrina Natasha Carles en New Jersey, cuando era estudiante de posgrado de la Universidad de Rutgers cuando investigaba (y abogaba por) políticas públicas para promover el cultivo de hortalizas. Igualmente aquí en Panamá hay decenas de ejemplos, como Andrés de la Guardia, Lourdes Guerra y Jonathan Kardonski que día a día hacen la diferencia con lo que hacen en cada una de sus fincas. Es muy fácil ser complaciente y esperar de los politicos vengan donde uno con leyes populares para crear subsidios y regular precios de los alimentos de la canasta básica. Mi opinion es que mientras existan políticas así, la gente nunca aprenderá a cultivar y mucho menos a comer bien.

Igualmente, hay que ver y buscar en el abanico de la oferta electoral, quiénes son los que apuestan por una mejor alimentación escolar. Mejorar la alimentación escolar es lo primero que nuestros políticos deberían hacer. Las escuelas son importantes porque los niños están allí todo el día y dan un ejemplo para toda la vida. Si tienes niños en la escuela, fíjate en lo que comen. ¿Le vendría bien una mejor comida? Se supone que todas las escuelas deben tener políticas de bienestar. Descubra cuáles son y hable con el director, los profesores y los padres sobre cómo mejorar el acceso a una alimentación más saludable y a más actividad física.

Otro tema que debemos averiguar o inmiscuirnos es el Ministerio de Desarrollo Agropecuario. Preguntémosle a los candidatos para presidentes quién, de ganar, escogerían para ocupar la cartera agropecuaria. Y la de la salud también. Y la de educación. Si sabemos de antemano quiénes serán esos ministros, sabremos con antelación qué esperar.

Igualmente, existen grupos y organizaciones dedicadas a cuestiones de alimentación y producción como el Movimiento de Alimentación Saludable. Otros también han publicado guías para comenzar o desarrollar políticas de bienestar nutricional. La idea es convertir políticas prácticas locales en políticas nacionales. Y también hay grupos que se están preparando para abogar por cambios en una u otra disposición como etiquetado frontal de advertencia, eliminación de grasas trans, y mejorar la Ley Agrícola que se creó en 2023 para que promueva más la producción sostenible y ecológica.

En esta era de recortes presupuestarios, todos los interesados en crear un sistema alimentario más saludable deben ejercer un lobby feroz para defender los beneficios existentes y obtener una mayor proporción de lo que está disponible. Exija que los candidatos a diputados escuchen su voz.

Y usted busque un momento para identificar candidatos para cargos públicos que compartan sus puntos de vista y estén dispuestos a luchar duro por ellos.

La capacidad de los individuos, actuando individualmente o en conjunto, de ejercer derechos democráticos como ciudadanos encierra grandes esperanzas de lograr un equilibrio de poder más equitativo en asuntos relacionados con la alimentación y la salud.

Únase al movimiento alimentario. Utilice el sistema para trabajar por lo que crea que es correcto. Actúa solo o únete a otros pero participa. Y haz la diferencia.

Envíe sus preguntas por correo electrónico a lifeblens@gmail.com.