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“CUALQUIERA PUEDE CANTAR… ”

Rafael Carles

Hace unos días regresé de Austria luego de un viaje con Enna y Laura. Estuvimos la dicha de presenciar una función musical y escuchar la Orquesta de Cámara de Europa, conformada por 70 músicos y 40 cantores. ¡Qué espectáculo! Recordé mucho mis años de juventud cuando cantaba música latina, en una época cuando la Fania Records cautivaba las vidas y almas de las personas. Y desde entonces reconozco el valor terapéutico de la música y que cantar promueve salud y cura enfermedades.

No importa si cantas o solfeas, si pregonas o haces coro, si es música rock & roll o balada, si eres joven o viejo, si lo haces por placer o para sorprender a una persona especial, siempre que cantamos fortalecemos el cuerpo y energizamos el espíritu.

Históricamente, cantar en los templos fue una herramienta antigua para levantar el alma. Con el tiempo, descubrimos que todos los tipos de canto tienen efectos psicológicos positivos porque ayudan a liberar endorfinas, las sustancias químicas del cerebro que facilitan que las personas se sientan bien.

Recuerdo que cuando niños mis hermanas y primas compraban un musical, el libro con la letra de las principales canciones del Hit Parade. Y cantaban prácticamente todo el día. Hoy día, solamente se requiere “un clic” para acceder a tu canción favorita y para que aparezca la letra completa. Igualmente, existen versiones económicas de Karaoque que ayudan a iniciarse en el hábito del canto y que luego con práctica puedes seguir en sesiones con amigos o en clases más avanzadas.

“Cualquiera puede cantar” es la primera estrofa de un pregón de la canción famosa de la Fania All Stars, “Quitate Tu”, en la que Pete “Conde” Rodríguez insinúa lo fácil que es cantar si nos copiamos de otro. Por supuesto, nadie espera que nos convirtamos en compositores ni mucho menos en niños cantores de Viena. Pero sí es importante que todos sepamos que, si algún día la enfermedad toca la puerta, reconozcamos con seguridad que en la música y en su letra está la clave para encontrar la salud y el bienestar. ¡Do-Re-Mi-Fa-Sol-La-Si!